Sólo nos costó dos intentos salir de Bogotá en el bus de Libertadores destino Duitama y eso que me empeñé en subirme a los asientos justo en el momento en que el ayudante pasaba contando los pasajeros.

Por suerte mi mamá no me dejó… De otro modo no estaría ahora contándote mis espeluznantes aventuras por Boyacá.