A Alexa Rodriguez y su amorosa familia

Entonces, un buen día, nuestras compañeras de aventuras Alia y Serap se fueron.

Al otro día se fue el resto de turistas.

También mi mamá y yo tomamos una embarcación para regresar a participar, aunque fuera desde la grada, en las Olimpiadas indígenas; en el Festival de Murga, Baile y Cuento de Puerto Nariño, y en la parranda vallenata que nos acompañó cada noche mientras permanecimos allá.

Gracias a mí, mi mamá se libró de unirse a todos los planes turísticos habituales para los visitantes del río Amazonas.

-Viajo con la doctora que está echada debajo de la mesa-, explicó a la señora que vendía el plan completo para la Reserva Marasha. Un lugar, al parecer, espectacular, con cabañas de madera, comida deliciosa típica, kanopi, kayak, paseos interpretativos en la naturaleza, avistamiento de monos y caimanes, caminata nocturna...