Última hora sobre el estado de salud de la diva de Colombia Linda Guacharaca

Por Karen Herrera, Noticias Caracol

Nuestra colombiana más internacional, Linda Guacharaca, sufrió una recaída de las múltiples dolencias que acarrea de los tiempos en los que sufrió un atropello mientras defendía una gasolinería de los Llanos orientales de nuestro país. La picadura de una garrapata valenciana ocasionó un nuevo brote de Erliquia, un parásito que nuestra escritora predilecta tiene en su sangre debido al contacto con las garrapatas llaneras a las que estuvo expuesta durante su primer año de vida. “Algunas de ellas eran grandes como puños”, declara Yamila Fakhouri, la española que la encontró al borde de la muerte hace 8 años en la mencionada gasolinera y que hoy es su mamá.

El primer síntoma de la Erliquia es el decaimiento. Al segundo día verla alicaída, Yamila decidió llevarla a la veterinaria en la población más cercana al hermoso naranjal en el que este dúo viajero se refugió de la pandemia. Por suerte, el nuevo brote fue detectado a tiempo a través de un examen de sangre y fue tratado con antibiótico durante 28 días, que es el esquema clásico tanto en Colombia como en España, sin mayores complicaciones. Para información de nuestros lectores, la Erliquia es una enfermedad grave de la sangre que puede derivar, si no se ataja a tiempo, en sangrado por la boca o fosas nasales, caminar desorientado y oscilante, fallos orgánicos o, en su estado avanzado, la muerte.

Tras su primera visita, el “vampiro” -que es como se refiere Linda a su doctor, incluso aunque le ofrezca galletas-, se mostró partidario de dar unos días de espera hasta ver cómo evolucionan su tos de perrera y sus cuatro lesiones de piel generadas por una importante bajada de defensas, antes de volver a prescribirle antibiótico. 

La estrella se encuentra actualmente descansando y recuperándose en su residencia campestre. Aunque las persecuciones de su mamá con las gasas, el desinfectante y las pomadas prescritas son similares a las que siguieron a su salvamento gasolinero allá en 2013, Linda se muestra optimista frente a esta nueva etapa: 

“Actualmente cuento con muchas más posibilidades para esconderme que en mi primera guarida del barrio de La Macarena: allá sólo tenía el clóset mientras que acá cuento con un terreno lleno de árboles, materas y flores” declara ufana la artista. “Además, este collar isabelino tipo dona es mucho más fácil de sacar a punta de garra que el modelo clásico, en forma de cono blanco, original”.

Y, a continuación, al igual que hizo hace años, para librarte del paseador, Linda da su consejo para aquellos que quieran seguir sus pasos torcidos:

«Si quieres librarte del collar, e recomiendo que lo pinches primero. Acá es un juego de cachorros, porque los naranjos tienen espinas. En la cuidad te recomiendo chocarlo contra un mueble o, preferiblemente, contra un tenedor. Una vez desinflado no encontrarás mucha resistencia para empujarlo con tus zarpas lejos de tu hocico».

El último parte médico de nuestra diva es bastante alentador: la tos remitió sola por tratarse la tos de perrera de un virus “autolimitante” en terminología médica. Es decir, que la patología tiene un tiempo de vida limitado que, en el caso de nuestra Linda, fue de un par de días. Hoy nuestra diva ya puede defender su naranjal a ladrido limpio sin ahogarse, como viene haciendo desde que puso las patas en su nuevo territorio hace ya un año y medio. En cuanto al pioderma del hocico, inicialmente se extendió por toda la superficie frontal con un color granate encendido bastante alarmante, para evolucionar a un rosado pálido de aspecto mucho más saludable, de manera natural: no hay un riesgo de que Linda se deje aplicar clorhexidina sin relamerse y quitarse hasta el último rastro inmediatamente. Sus heridas en el pelaje cicatrizan a un ritmo «desesperante», señala Yamila, si bien la entregada mamá tiene la intuición de que los productos naturales que le está suministrando, así como el cariño y su confianza en ella -que llevó a Linda a convertirse en una de las perras más valientes, seguras de sí mismas y aventureras del planeta-, obrarán milagros en su recuperación. Por ese motivo y con objeto de no someter a “su princesa delincuente” a más estrés, lo que repercute directamente en sus comprometidas defensas, la visita al vampiro se pospone unos días hasta ver la evolución o como esperamos todos, para siempre.

Manténgase conectad@s. Seguiremos informando.

Sin Comentarios

Publicar un comentario