Sogamoso en una ciudad particularmente vanguardista en la que los perros podemos entrar en todas partes, a diferencia de las bicicletas.
Sólo nos costó dos intentos salir de Bogotá en el bus de Libertadores destino Duitama y eso que me empeñé en subirme a los asientos justo en el momento en que el ayudante pasaba contando los pasajeros.
Por suerte mi mamá no me dejó… De otro modo no estaría ahora contándote mis espeluznantes aventuras por Boyacá.
"Es un orgullo para todo maestro que su alumno le supere. Si no, no es maestro"
(Kung Fu Panda)
Te presento a mi amigo Jager:
Esta Semana Santa en que se cumplía un año desde que mi papá Steven se fuera de viaje para siempre, la pasé arrunchada con mi mamá en la cama lamiéndole la cara.
También fuimos a escalar por los alrededores de Bogotá.
Estuve muy ocupada montando una superproducción con las imágenes más escalofriantes de mi aventura amazónica. Agárrate bien fuerte y...
-¡Es Linda! ¡Linda Guacharaca!, ¡mira! ¡¡¡Esa perra es famosa!!!- con estas palabras me recibieron al asomar mi telescópica por la puerta del único alojamiento turístico en San Martín de Amacayacu.
Al día siguiente me negué rotundamente a poner las patas mordidas al otro lado del umbral de la cabaña… Te apuesto lo que quieras a que tú hubieras hecho lo mismo.
Como mi mamá ya se conoce todas mis mañas y mis fobias, con mucha paciencia y algo de insistencia logró que asomara mi telescópica nariz por la puerta; luego medio cuerpo; luego cuerpo entero… y finalmente la cola.
Apenas desembarcamos, nuestra recién ampliada familia estuvo a punto de perder uno de sus miembros. En cuanto la lancha se detuvo y mi mamá pronunció la tan esperada palabra “¡vaya!”, salté con todo el impulso de mis torcidas patas sobre el muelle, mucho antes que cualquiera de los pasajeros bípedos con sus piernas derechas.
Gracias a mí, mi mamá se libró de unirse a todos los planes turísticos habituales para los visitantes del río Amazonas.
-Viajo con la doctora que está echada debajo de la mesa-, explicó a la señora que vendía el plan completo para la Reserva Marasha. Un lugar, al parecer, espectacular, con cabañas de madera, comida deliciosa típica, kanopi, kayak, paseos interpretativos en la naturaleza, avistamiento de monos y caimanes, caminata nocturna...