Dedicado a Isa Paz, mi amiga en la distancia que me procuró el atrezzo

Como siempre que estamos en Bogotá, esta mañana salí a pasear a un parque con mi mamá.

Como siempre que estoy en el parque, hice varios amigos.

Como siempre que hago amigos, nos siguen durante un ratito.

Pero esta mañana, a diferencia de lo que ocurre siempre, el gigante y peludo pastor ovejero que nos siguió no tenía papá ni mamá a la vista... Nadie pendiente de él a lo largo y ancho del Parkway.

Nadie.