20 Ene Viajar con humanos III: ¿Colegio de monjas o educación militar?
Lo primero que me enseñó mi inexperta mamá al dejar mi gasolinera fue a levantarme.
-¡Arriba!- decía, poniéndome un plato con carne y arroz ante el hocico, ante lo que el esqueleto incapaz de estirar las patas traseras que era yo entonces, respondía tambaleándose. Y no me daba la comida hasta que no estaba en pie, para que se hagan una idea de lo que me esperaba...